miércoles, 8 de octubre de 2008

Un poco de humor

Bueno un poco de humor que nunca viene mal, que pasaria si en la peli de entrevista con el vampiro hubiera sido entrevista con el Tzimisce , ahora lo descubrimos.


Entrevista con el Tzimisce

- "Quieres que te cuente mi vida, bien, espero que tengas suficientes cintas..."
- Tranquilo, tengo de sobra, voy bien preparado. Es que voy a escribir un libro.
- "¿A cuantas personas entrevistas por día"
- No lo se, tres o cuatro, depende de la noche.
- "Bien, por que mi vida es muy larga, vale mucho más que la de tres o cuatro personas..."
- Modesto, ¿eh?
- "Nací en 1171, en una aldea en Rumania..."
- Cojonudo, otro chalado.....siga, siga, decia usted 1761...
- "1171, nací en 117......"
- Si, claro, lo que tu digas....haber, que te ha pasado, ¿una extraña nave se te llevó en el cielo?, ¿un pliegue en el espacio y en le tiempo?
- "Soy un vampiro"
-Ummm...creo que ya he visto esta pelicula..... AHHHHHHHHHHHHGGG!!!!!!!!!!!!! JODER!!!!!!!!!!!!!! PERO QUE COÑO!!!!!!!!!! AHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
- "Espero que esto te haya convencido...."
- Ahhh!!!!! Joder, tio!!!, esto no tiene ni puta gracia, me has pegado la mano a la mesa!!!!!....
- "Si, y si no dejas de gritar se te pegará la cara....."
- Ahhhhg..........!!!!..................................
- "Asi me gusta, que seas obediente. ¿has puesto en marcha la grabadora?"
- ¿Y yo que se?....Tio, ¡¡Me has pegado a jodida mano!!
- "Nací en 1171, en Rumania, en una pequeña aldea gobernada por un Voivoda. Podría decir que era cruel, que era malvado, pero no sería cierto. Un Voivoda es cruel y malvado, es parte de su naturaleza, así que no hace falta enfatizarlo más. Yo era un niño algo especial. Desde pequeño, los mayores me rehuían, pues estaba marcado con la señal del demonio. Tenía poder, podía hacer mi voluntad, al menos en cosas muy pequeñas. Por supuesto, mis padres, temerosos de Dios me temían, pero más temerosos del diablo no se atrevían a hacerme daño. Un día, llegó al pueblo un hombre, un anciano que me compró a cambio de una cabra. Había oido de mi, y me quería tomar como aprendiz. Era un mago, de la orden de hermes, un mago de la casa Tytalus, según me dijo. Vivía en el bosque, en una oculta cabaña, y con él aprendí secretos innombrables."
- Mi mano......!!!
- "Invocabamos demonios, llamabamos al propio Kupala en oración y comunión, eran unos años extraordinarios. Pero entonces ocurrió el desastre. El Voivoda se fijó en nosotros. De repente apareció en la cabaña, seguido por sus legiones de monstruos. Parecía que mi maestro y él ya se conocían, pues nada más verle le oí decir...."Joder, ¿tu otra vez?, deberías estar muerto...", e inmediatamente comenzó a invocar un conjuro. Desgraciadamente, no pudo acabarlo. A sus pies, la tierra se abrió, y un enorme tentáculo surjió de esta y lo partió en dos de una dentellada. El tentáculo terminó de salir de suelo, y ante mi se alzaba una criatura monstruosa, de 15 metros de altura, con multitud de tentáculos y miles de ojos en todo su enorme y brutal cuerpo. Grades mandibulas surgían de cada apéndice, y en el centro de su ser, una enorme y bestial abertura recubierta de dientes del tamaño de espadas. De esta salía un tentáculo con un ojo en el extremo. Me dí por muerto."
- AHHHGGGG!!!!
- "Pero lo que me pasó fue algo peor. Me llevaron al castillo, y allí, el maldito Voivoda me abrazó. Dijo que sería el castigo definitivo para el alma del brujo, la cual pensaba aprisionar en un tarro. La vida como un no muerto no es mala, pero perdí mi esencia. Ya no podía hacer magia, controlar el mundo a mi voluntad, sentir la esencia de la vida en mi cuerpo. Pero el vinculo de sangre segó mi destino. Permanecí atado a mi señor durante años, amándole todas las noches, y odiándole todos los días. Me enseñó muchos secretos, muchas artes perdidas, incluso como dar sentido al poder que tenía, la magia de tzimisce, pero no era lo mismo. El se divertía al ver mi odio. Me hizo colaborar en el ritual que acabó atando a mi maestro al talismán que pendía de su cuello, atándole para toda la eternidad. Me hizo hacer muchas atrocidades, hasta que quebró mi voluntad."
- AHHHGGG!!!!....por favor...no haga eso, dejeme en paz...
- "¿Eh?, ah!, perdona, es que cuando me distraigo me da por jugar con la comida....lo siento, ahora mismo te pongo todo en su sitio...dejame un momentillo...ummmm...¿esto era tuyo?"
- Ahhh!!...no...!!!..deje, no me toque....AHHGG!!
- "Por donde iba.....si, ya recuerdo. Algunos siglos despues, yo aún odiaba a mi maestro. El viejo bastardo había roto mi voluntad, y se había hecho dueño de mi alma. Entonces le conocí. Vino a pasar un tiempo al castillo, a hablar con mi maestro. Era la criatura más extraña y más hermosa que jamás hubiese conocido....Vykos...Sacha Vykos....al menos eso el primer día....el segundo era Mica Vykos, peor ni aún así dejaba de ser increiblemente sugerente para mi. Hablaba solo con mi maestro, preguntándole, hablando día tras día. Más tarde vino a mi. Me habló de la insensatez de los mayores, de la estupidez de sus actos, y de cómo había que plantarles cara. Sembró las semillas de la rebelión en mi. Si hubiera ido contra el mismo demonio le habría seguido esa misma noche. Rompió el vinculo, gracias a un ritual que habían descubierto Velya, Lugoj y el mismo. Por fín, años más tarde, me vengué de mi "sire", acabando con él en la oscuridad. ¿quieres saber lo que le hice?"
- Ahhhg!!...no, creo que no...gracias....AHHHHHGGGGGG!!!!!
- "Más o menos esto durante dos decadas seguidas.....fue una gran época. ¿Recuerdas el talisman que tenía prisionero a mi antiguo maestro?, Con su destrucción le daría el eterno descanso. Lo llevo colgado del cuello en todo momento, y durante los días saboreo cada grito de dolor que da su espiritu. Luego vinieron los disturbios, la revuelta contra los mayores llegó a su auge. Vinieron multitud de guerras, y desgraciadamente entre en letargo en una de ellas. Desperté hace más de un siglo. En poco tiempo me enteré del Sabbat, y de la maldita camarilla. Encontré a Vykos, en Madrid, en comunión con el Arzobispo Moncada. Seguía siendo igual de increible a mis ojos. Permanecí en la ciudad, donde me hice un hueco respetable entre mis iguales. El tiempo siguió su curso, al igual que la guerra. Dentro de poco marcho para una ciudad cercana, se me ha encargado una misión, tengo que buscar a un Lasombra, uno de los hijos de Montano. Tengo que acabar con él, pues así lo pide el arzobispo. Su palabra es ley en Madrid, y su favor es algo que desea Vykos. Tengo una manada nueva, recien sacada del horno. Es muy arriesgado, y no queremos exponer a la secta dejando prisioneros que sepan mucho de esta. Son tres neonatos, pero de bastante poder, pues han sido entrenados y condicionados especialmente para la ocasión. Seguramente perezcan, pero merecerá la pena. Merecerá mucho la pena, si consigo el favor de Vykos.....Lo mejro de todo es el arconte, un arconte de la maldita Lucinde, le capturamos en Francia, ahora tenemos su rostro, y sus recuerdos. Ayudará bastante ser alguien importante, al menos hasta que se percaten de su desaparición...."
- Dejeme marchar....por favor.....
- "¿Ya quieres irte?, no...mi amigo no....todavía tenemos cosas que discutir.....me eres mucho más util vivo, aunque no me importaría como de vivo.....ahora, veamos si puedo sacarte el corazón sin que mueras......"
- AHHHHHHHHHHHHHHGGGGGGGGGGGGGGGGGG!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lord Gallo:
se te va la olla, pero a quien no.